Gran Itinerario Cultural del Consejo de Europa
Esta ruta evoca la duradera y profunda relación entre dos continentes separados por un estrecho brazo de mar de apenas 14 km de anchura: el Estrecho de Gibraltar. Su fascinante recorrido gira en torno a la estratégica encrucijada donde África y Europa se miran casi tocándose y compartiedo los cimientos de las míticas Columnas de Hércules. Los antiguos geógrafos y cronistas, con expresiva sencillez, dieron a esta región el nombre de «las Dos Orillas», dada su cercanía y mutua dependencia, unidas por una densa red de vías de comunicación que han multiplicado los lazos y relaciones entre sus pueblos. De este fructífero contacto, lo más esencial perdura con viva actualidad: un fondo cultural y artístico común, un especial arte de vivir… Y qué mejor guía para descubrirlos y disfrutrarlos que dejarse llevar por los caminos que siguieron los almorávides, los saharianos que, allá por los siglos XI y XII, fundieron en un solo imperio el Magreb occidental y las tierras de al-Andalus.
Tras un preludio que lleva desde la cuna de los almorávides, en el Sahara central, a Marraquech y a las ciudades africanas del Estrecho, la ruta inicia su periplo andaluz en Algeciras. A partir de aquí avanza a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar numerosas localidades y las grandes ciudades de Cádiz y Jerez, ambos ramales confluyen en Ronda, para continuar sus etapas hasta su mágico destino final, Granada
El recorrido de esta Ruta que parte de la ciudad de Tarifa es la mejor forma de descubrir la herencia de los Almorávides y Almohades, dinastías de origen africano que dejaron su impronta en numerosos vestigios arquitectónicos en al-Andalus.
El camino discurre por 400 kilómetros a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar atractivas ciudades como Cádiz y Jerez, ambos ramales confluyen en Ronda.
En su parte final, este camino transcurre por la Axarquía malagueña y sigue hasta llegar a Granada el recorrido descrito en el libro de viaje o “Rihla” de Ibn Battuta, viajero nacido en Tánger y que en sus relatos reflejó la sociedad del siglo XIV. Los restos musulmanes que encontramos en esta Ruta son esencialmente defensivos, tales como el castillo de Vélez-Málaga.
Esta ruta evoca la duradera y profunda relación entre dos continentes separados por un estrecho brazo de mar de apenas 14 km de anchura: el Estrecho de Gibraltar. Su fascinante recorrido gira en torno a la estratégica encrucijada donde África y Europa se miran casi tocándose y compartiedo los cimientos de las míticas Columnas de Hércules. Los antiguos geógrafos y cronistas, con expresiva sencillez, dieron a esta región el nombre de «las Dos Orillas», dada su cercanía y mutua dependencia, unidas por una densa red de vías de comunicación que han multiplicado los lazos y relaciones entre sus pueblos. De este fructífero contacto, lo más esencial perdura con viva actualidad: un fondo cultural y artístico común, un especial arte de vivir… Y qué mejor guía para descubrirlos y disfrutrarlos que dejarse llevar por los caminos que siguieron los almorávides, los saharianos que, allá por los siglos XI y XII, fundieron en un solo imperio el Magreb occidental y las tierras de al-Andalus.
Tras un preludio que lleva desde la cuna de los almorávides, en el Sahara central, a Marraquech y a las ciudades africanas del Estrecho, la ruta inicia su periplo andaluz en Algeciras. A partir de aquí avanza a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar numerosas localidades y las grandes ciudades de Cádiz y Jerez, ambos ramales confluyen en Ronda, para continuar sus etapas hasta su mágico destino final, Granada
El recorrido de esta Ruta que parte de la ciudad de Tarifa es la mejor forma de descubrir la herencia de los Almorávides y Almohades, dinastías de origen africano que dejaron su impronta en numerosos vestigios arquitectónicos en al-Andalus.
El camino discurre por 400 kilómetros a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar atractivas ciudades como Cádiz y Jerez, ambos ramales confluyen en Ronda.
En su parte final, este camino transcurre por la Axarquía malagueña y sigue hasta llegar a Granada el recorrido descrito en el libro de viaje o “Rihla” de Ibn Battuta, viajero nacido en Tánger y que en sus relatos reflejó la sociedad del siglo XIV. Los restos musulmanes que encontramos en esta Ruta son esencialmente defensivos, tales como el castillo de Vélez-Málaga.
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